Proyecto DGI 2014-0051
Ilse Acosta(*)
Daniel Obregón.
El mercurio es considerado como uno de los elementos con mayor presencia y toxicidad en el ambiente, junto con el plomo y el arsénico. Según el Decreto Supremo N° 001-2015-Vivienda, que aprueba los valores máximos admisibles (VMA) de las descargas de aguas residuales no domésticas en el sistema de alcantarillado, el VMA para mercurio es 0,02 mg/L.
Las principales fuentes de contaminación por mercurio en el medio acuático son las industrias de cloro-álcali, pinturas, papel, refinación de petróleo, procesamiento de caucho y fertilizantes; también se ha detectado mercurio en algunos productos terminados, tales como pilas de zinc-carbón, pesticidas, algunos cosméticos y en los residuos de laboratorios (comerciales, de industrias o de investigación) en los que se realiza análisis químicos de mercurio en diferentes matrices, como agua potable, aguas superficiales, pilas, suelos, sedimentos, plantas, etc. En este último caso, se utilizan las técnicas de análisis de espectroscopia de absorción atómica con celda de vapor frío (AAS-CV) y la espectroscopia de emisión atómica por plasma inductivamente acoplado (ICP-AES). El desarrollo de estos análisis genera desechos líquidos que contienen mercurio, pues, aun cuando las muestras analizadas no contengan dicho elemento, para realizar los análisis, es necesario realizar calibraciones del equipo y para ello se utilizan soluciones preparadas a partir de estándares de concentraciones conocidas de mercurio.